"Sánchez Arquitectos y Asociados es ejemplo de trabajo colaborativo": Miquel Adrià

· El Arquitecto Miquel Adrià reflexiona sobre el poco impacto de la opinión del gremio en las decisiones que importan en términos políticos para el desarrollo de la ciudad.
· El trabajo desarrollado por el despacho es referente de una trayectoria buena, seria, consistente, a veces discreta y siempre bien hecha, opina el Arquitecto Miquel Adrià.

La diversidad, el encuentro de generaciones y cruce de influencias y estilos otorga riqueza a la arquitectura mexicana actual; ésta nace del trabajo colaborativo que, aunque hoy en día, parece darse por sentado, no siempre fue la norma. De acuerdo con el arquitecto Miquel Adrià, el despacho Sánchez Arquitectos y Asociados fue el gran precursor de esta escuela “uno de sus grandes aportes fue la noción de equipo y trabajo colaborativo”, que dictaron un antes y un después para la arquitectura en México.

En ese sentido, la presente conversación es pretexto para reflexionar sobre el estado actual de la arquitectura mexicana, los retos de ejercerla en una coyuntura que detiene el desarrollo, y la importancia de concebirla como una disciplina viva que es capaz de propiciar espacios culturales que se nutren de la diferencia y la cooperación.

Miquel Adrià es Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) y doctor en Arquitectura por la Universidad Europea de Madrid. Fue el encargado de la remodelación del Hotel de Cortés, edificio barroco novohispano ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, metrópoli donde reside desde el año 2004. Es director de la editorial Arquine y cuenta con un acervo amplio de publicaciones entre las que destacan: “La casa moderna: paradigmas latinoamericanos de mitad de siglo XX”,​ “México 90’s: una arquitectura contemporánea”, “Mario Pani. La construcción de la modernidad”, “Juan Sordo Madaleno (1916-1985)”, “Teodoro González de León. Obra Reunida” y “La Sombra del Cuervo. Arquitectos mexicanos tras la senda de Le Corbusier”.

1.- ¿Qué significa para usted la arquitectura? y ¿Cómo contribuye Arquine a la construcción de una cultura arquitectónica?

Dado que hacer arquitectura es nuestro día a día, la verdad es que no sabría describirlo muy bien. No obstante, diría que, en su origen, la vocación arquitectónica se trata de resolver dónde vivimos o cómo nos cobijamos de una manera inteligente. Sin embargo, desde una perspectiva contemporánea, del siglo XXI, la arquitectura evoca un valor cultural que va mucho más allá de construir edificios, se trata de abrir o propiciar espacios culturales que impulsen relatorías de otras arquitecturas, libros y educación. Es decir, la arquitectura, hoy se torna en un interesante fenómeno cultural que se basa en la cooperación y el trabajo en equipo, por tanto, constituye una disciplina en evolución permanente.

2.- En los últimos años, la esfera editorial, donde Arquine ocupa un lugar central, ha sido clave para la arquitectura ¿Cuál diría que es su importancia y alcance?

“Lo que no se publica no existe”, parafraseando a (Marshall) McLuhan; y aunque es cierto que lo que se construye permanece, muchas veces cuesta entender todo lo que hay detrás de una obra concluida. En ese sentido, una publicación editorial permite crear un discurso que sirve para comprender el quehacer de los arquitectos y su relación con el lugar, aspectos que no necesariamente son perceptibles a través de un edificio. La labor editorial nos permite ampliar nuestra perspectiva, en contraste con la que podríamos adquirir gracias a una experiencia arquitectónica puntual.

3.- Platíquenos sobre «Luis Sánchez Renero. Programas, lugares, propuestas”, libro que Arquine publicó sobre el arquitecto Luis Sánchez.

Se desarrolla un tema puntual: se remite a una serie de viviendas unifamiliares de características muy concretas que Luis construyó en San Miguel de Allende. La obra buscaba explicar un cierto espíritu y una cierta forma de entender la arquitectura por parte de Luis, y aunque no me atrevería a decir que es distinta a la que llevan a cabo en el despacho Sánchez Arquitectos y Asociados, sí existe un sesgo más personal.

El despacho Sánchez Arquitectos y Asociados incorpora en México cosas muy interesantes, por ejemplo, el trabajo colaborativo en el que unos, se ubican desde una perspectiva más cercana al diseño y al arquitecto creador, y otros, con una concepción un poco más crítica y teórica, entre ellos Gustavo López Padilla, se convierte en el “Pepe grillo” de la disciplina; el que cuestiona constantemente las decisiones de los proyectos. Esta conciencia hace que su arquitectura sea novedosa. Además, supieron incorporar algunas tipologías que todavía no estaban en México; recuerdo proyectos que son, claramente, town houses, una tipología común en otros lugares y que los Sánchez estaban incorporando gracias a experiencias en Estados Unidos y Gran Bretaña.
En México, la arquitectura tendía, entonces, hacia las estructuras ocultas y grandes escenografías como las que se pueden ver en la obra de Luis Barragán o Ricardo Legorreta y, sin encasillar en la Arquitectura High-Tech, hay algunos proyectos de Sánchez Arquitectos y Asociados que dejan las escaleras y los elementos de comunicación a la vista e, incluso, los integran. Se trata de una incorporación a la arquitectura mexicana de las tendencias que se estaban dando en otras partes del mundo, como es el trabajo de Norman Foster, Richard Rogers y otros arquitectos High-Techs europeos.

Considero que el despacho hizo aportaciones interesantes a la disciplina como son la noción de equipo y trabajo colaborativo y el acercamiento a México de diversas tendencias y tipologías globales.

4.- ¿Cómo fue su primera aproximación al despacho?, ¿podría contarnos la anécdota?

La verdad no me acuerdo. Seguramente, pero estoy inventando, fue en algún evento arquitectónico y es muy probable que haya sido a través de Javier Sánchez, el hijo de Félix Sánchez Aguilar, o quizá gracias a Humberto Ricalde, querido amigo de todos.
No hay cosa más fácil en este mundo que ser amigo de Félix Sánchez, es encantador, propositivo, un optimista nato. Tanto así que, desde hace ya unos años es miembro del consejo editorial de Arquine y también, hay que decir, es siempre el más optimista, sabe encontrar el lado bueno y hacer una crítica con entusiasmo. Siempre es una enseñanza ver las cosas con el fervor con que él las ve.

A Gustavo López Padilla me lo presentó Humberto Ricalde en una exposición de Mauricio Rocha, hace ya muchos años; y a Luis Sánchez Renero lo conocí a través de Félix.

5.- Desde su perspectiva, ¿qué significa para el gremio el despacho Sánchez Arquitectos y Asociados?

Es referente de una trayectoria buena, seria y consistente. Además, es un buen ejemplo de trabajo colaborativo y de una arquitectura responsable, a veces discreta y siempre bien hecha. Sin ir más lejos, cada día paso por delante de alguno de sus edificios de departamentos y son de las construcciones que perduran a través del tiempo en la icónica colonia Condesa. Todos tienen esa discreción aparente, que incluso un ojo educado puede pasar por alto, pero cuanto más los veo, es evidente que detrás hay una serie de decisiones inteligentes y pensadas, no tanto para impresionar de manera fugaz, sino que responden a la necesidad de sus habitantes. La propuesta de Sánchez Arquitectos y Asociados busca crear condiciones de vivienda extraordinarias y en ese sentido me parece un trabajo ejemplar, discreto y novedoso.

7.- ¿Cuál diría que es la magnitud del reto que implica para un despacho operar en la Ciudad de México?

Como cualquier metrópoli, la Ciudad de México tiene sus complejidades, debido a que todo son trabas, que más que impulsar el progreso, lo frustran. Sin embargo, el despacho Sánchez Arquitectos y Asociados ha operado muy bien, prueba de ello, son los cuatro o cinco edificios ubicados en la colonia Condesa que hoy son referente.

No es la primera vez que construir se vuelve una labor titánica, por ejemplo, sucedió cuando Ernesto Uruchurtu Peralta fue jefe del Departamento del Distrito Federal, entonces, buena parte del capital salió de la ciudad y bloqueó el crecimiento. Hoy sucede lo mismo y eso tiene implicaciones en la arquitectura, la construcción, la oferta y la demanda, más allá de las particularidades que tenga un despacho u otro.

8.- ¿Considera que la arquitectura mexicana está bien representada en la esfera editorial?, ¿los espacios que existen son suficientes o deberíamos ampliar la oferta?

Hoy se hace, pero siempre se puede pedir más. Yo creo que en este momento hay muy buenos arquitectos en el país, probablemente, lo que se está haciendo en México sea lo mejor del continente americano. La verdad es que existe un campo amplio para ser abordado en la esfera editorial, por lo que la oferta obviamente debería crecer.

Desde Arquine procuramos dar a conocer en México y sobre todo fuera del país lo que es la arquitectura mexicana. Sin duda, aún hay lugar para otros títulos y se podrían hacer muchas más publicaciones.

5.- ¿Qué opina sobre el devenir de la crítica arquitectónica en México en los últimos años?

Nosotros tratamos de aportar nuestro granito de arena desde Arquine. Sin embargo, hay algunos ámbitos en los que quizá no se hace suficiente crítica, en particular, aquellos que tienen que ver con la polis, con la ciudad, con la política, con la toma de decisiones y la participación ciudadana. Nos falta capacidad de reacción como gremio.

Todos nosotros, con Félix a la cabeza, hemos participado en algunos eventos clave, recuerdo cuando nos opusimos al proyecto de la Avenida Chapultepec. No obstante, fue una batalla ganada de muchas otras pérdidas. Hoy, la opinión del gremio, de por sí dispersa, tiene poco impacto en las decisiones que importan realmente en términos políticos.

9.- Además de la participación de Félix Sánchez Aguilar en el consejo editorial y la publicación de un libro en torno a un fragmento de la obra arquitectónica de Luis Sánchez ¿Hay alguna otra forma de colaboración entre los integrantes del despacho y Arquine?

Con Gustavo López Padilla publicamos asiduamente su columna en Arquine.com, hacemos eco de sus reflexiones y críticas sobre algunos edificios. Nuestra relación es buena y constante.

10.- ¿Cuál es la importancia del legado que el despacho Sánchez Arquitectos y Asociados ha dejado entre el gremio y para la sociedad?

Veo a Félix frecuentemente y te puedo decir que con su entusiasmo y vitalidad aún queda mucho por contar; larga vida queda para un despacho con gente con tanto entusiasmo y vigor.

Tratar de responder la pregunta sería casi regresar a todo lo que fue el despacho; sin embargo, prefiero no hacer un recuento, sino dejar la idea de que, ha sido, es y puede seguir siendo, un referente y un buen ejemplo de trabajo en equipo de una arquitectura responsable que, no sólo responde al contexto, sino que dialoga con él.

El lugar donde se inscribe la arquitectura de Sánchez Arquitectos y Asociados confirma que seguirá siendo un equipo sumamente interesante unos cuantos años más.